El piano de Beethoven. Notas al programa

Publicado el 28/08/2021

El piano de Beethoven. Notas al programa

El legado musical de Beethoven abarca un universo sonoro con vasto repertorio para sinfonías, cuartetos de cuerda, concierto para violín y orquesta, entre otros, pero es indudable señalar que, esencialmente, su instrumento de cabecera es el piano. Dada su formación musical y dominio, Beethoven encontró en el piano la pieza perfecta para iniciar con su gran laboratorio de trabajo que dio a luz una serie de experimentos aclamados por la crítica hasta estos tiempos. Ese ávido interés de creatividad junto con los cambios estructurales y mecánicos que exigió para el instrumento a finales del siglo XVIII le permitieron, al genio de Bonn, expandir las limitaciones del mundo del teclado materializando bellas partituras.

Indudablemente como primer reflejo mental aparecen las 32 sonatas para piano. Este ciclo constituye una muestra clara de su transición del género clásico al romántico, en el periodo de casi treinta años que le tomó la composición. En palabras del conferencista y director del Instituto Italiano de Cultura de Madrid Angelo Pantaleoni:

 

“representan uno de los más hermosos legados de la inteligencia y la sensibilidad humana”.

 

No obstante, dentro de su notable escritura también encontramos a los cinco conciertos para piano, de los cuales este concierto nos introducirá a los dos primeros. Junto a sus treinta y dos sonatas, este representa otro gran conjunto que evidencia la evolución del género. Aunque compuesto en un periodo temporal más conciso que el anterior (1795-1809), de igual forma nos permite profundizar en ese vínculo formado entre instrumento y autor.

El Concierto para piano No. 1 en Do mayor, Op. 15 fue, en realidad, el segundo en componerse de este grupo. El origen de esta pieza permanece difuso, pero sí se conoce que su audición de estreno se dio en Praga en 1798 por el propio Beethoven, significando además su debut oficial. Su estilo nos recuerda la influencia de Mozart y Haydn con la peculiaridad de poseer unas formas armónicas desafiantes para el contexto de la generación.

Por su parte, sobre el Concierto para piano No. 2 en Si bemol mayor, Op. 19 se teoriza que se escribió una primera versión entre 1787 y 1789, siendo revisada posteriormente hasta en dos oportunidades. Su primera ejecución se realizó en un concierto benéfico el Burgtheater siendo, coincidentemente, una de las primeras apariciones públicas del compositor. A diferencia del concierto en Do mayor, este es una obra de salón a la que Beethoven no guardaba estima al considerar que no estaba entre sus mejores creaciones.

 

K. F. Cubas

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